El coloquio de los perros – Miguel de Cervantes

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Escenifica la conversación entre dos perros, llamados Cipión y Berganza, que guardan el citado Hospital de la Resurrección de Valladolid, en cuyo solar se encuentra hoy la Casa Mantilla.

Al comprobar que han adquirido la facultad de hablar durante las noches, Berganza decide contar a Cipión sus experiencias con distintos amos, recorriendo lugares como Sevilla, Montilla (Córdoba) y Granada, hasta llegar a Valladolid.

El relato de Berganza está construido según los principios estructurales básicos de la novela picaresca (principio de viaje, principio de servicio a varios amos, etc.).

Mediante el contrapunto de los comentarios del otro perro, Cipión, Cervantes cuestiona algunos de los presupuestos y las técnicas de la picaresca, a la vez que reflexiona sobre las relaciones entre la literatura, la verosimilitud y la realidad.